Cómo alimentar a tu perro mayor

Como ya sabemos, los perros mayores necesitan un pienso de alta calidad,  completo, equilibrado y específico para esta edad avanzada. ¿Cuándo y por qué debemos realizar el cambio de una alimentación para perro adulto a una senior?

Gracias a una alimentación equilibrada y a los avances de la medicina veterinaria, la esperanza y calidad de vida de nuestros perros es cada vez mayor y más larga. Ellos, como hemos dicho, necesitan una alimentación específica adaptada a los cambios metabólicos que suceden en una edad avanzada.

El momento que determina el tránsito entre la edad adulta y la edad senior varía según la raza y tamaño del perro. En general, los perros más grandes tienen una vida más corta que los pequeños. Por ejemplo, se espera que un perro de gran talla pueda llegar a vivir 10 u 11 años, mientras que otro de tamaño mini pueda alcanzar incluso los 17 o 18 años de edad.  En base a ello, alrededor de los 7 años sería una edad de tránsito promedia para los perros de raza grande, y los 10 años para un perro de raza o tamaño pequeño.

¿Cuáles son los 6 signos del comienzo de la “edad de oro” en nuestros perros?

  1. Menor actividad. Los perros mayores se vuelven menos activos. Nuestro amigo necesitará más tiempo de reposo, y disminuirá de manera espontánea el ejercicio diario.

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  1. La obesidad puede convertirse rápidamente en un problema, ya que el metabolismo de nuestro perro será más lento. Ello, sumado a la disminución de actividad, favorece el aumento de peso.

 

  1. Artrosis y problemas articulares. Es algo muy común en los perros mayores, sobre todo en aquellos de gran tamaño o de razas predispuestas. Además de un tratamiento paliativo, es esencial un programa de control de peso para reducir el impacto y sobrecarga articular.

 

  1. Dependiendo de la edad y el animal, pueden aparecer signos de disfunción cognitiva o cambios comportamentales. Pincha en este link para saber más.

 

  1. Es posible que aparezcan cambios ligados al sistema urinario y al digestivo con la edad. Puede que la frecuencia de micción aumente, necesitando orinar más veces en el día, al igual que la frecuencia de defecación o la consistencia de las heces. El estreñimiento es, también, un problema asociado a la edad debido a la ralentización del proceso digestivo y a la falta de actividad física.
  2. Salud oral y ocular. La gingivitis, asociada a la acumulación de sarro y a la edad en el caso de la salud oral, y las cataratas en al caso de la ocular, son hallazgos frecuentes.

Debemos estar alerta y prestar atención a la aparición de estos signos básicos que nos indican que nos adentramos en la etapa senior de nuestro perro.

En ese caso, una revisión veterinaria es imprescindible para establecer unos protocolos sanitarios de revisión y control, al igual que la adaptación de su alimentación a sus necesidades actuales.

Haremos la introducción de la nueva alimentación de manera gradual, tal como se explica en esta entrada. Su dieta ha de ser de alta calidad y equilibrada, combinando un perfil nutricional bajo en proteína y grasa para evitar la tendencia al sobrepeso provocada por la ralentización del metabolismo tal como hemos explicado.

Los niveles de fósforo y calcio deben estar restringidos para prevenir el deterioro renal y proteger la salud retinal. Asimismo, la inclusión de  condroprotectores para mitigar el avance de procesos artrósicos típicos de esta edad es conveniente, al igual que el aporte extra de vitaminas del grupo B que contribuyen a un mejor funcionamiento hepático y cardíaco y retarden el deterioro del sistema nervioso.

No olvidemos que la alimentación es salud. Démosle a nuestro perro la mejor para que pueda disfrutar durante más años de una vida sana y feliz.

 

 

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